Un programa impulsado por la Fundación Leer+ y varios ayuntamientos rurales está teniendo un impacto significativo en la reducción de la brecha educativa entre menores de zonas con menos recursos. La iniciativa se basa en la distribución gratuita de libros y la organización de sesiones de lectura en grupo.
Más de 50 municipios de Castilla-La Mancha, Aragón y Galicia participan actualmente en el programa. Cada niño recibe un paquete de libros adaptado a su edad y nivel lector, además de acceso a cuentacuentos, clubes de lectura y actividades relacionadas con los textos.
Los centros escolares actúan como coordinadores locales, pero gran parte del éxito se debe a la implicación de bibliotecarios, padres voluntarios y monitores culturales. Este trabajo en red ha fortalecido los lazos comunitarios y ha devuelto a la lectura su dimensión social.
Un estudio independiente elaborado por la Universidad de Zaragoza indica que los participantes en el programa han mejorado su comprensión lectora un 20% en comparación con otros grupos de control. También han mostrado mayor autoestima y motivación hacia el aprendizaje.
Los organizadores planean expandir la experiencia a otras comunidades autónomas y adaptar los materiales a diferentes idiomas cooficiales. Además, ya se está trabajando en una plataforma digital que permita el seguimiento de los progresos desde casa.
Este programa demuestra que, con recursos modestos pero bien dirigidos, es posible generar un cambio positivo en la educación rural a través del poder transformador de la lectura.