Cada vez más universidades españolas están rediseñando sus programas académicos para ofrecer grados interdisciplinarios que integren humanidades, ciencias sociales y tecnología. Esta tendencia responde a las necesidades cambiantes del mercado laboral y al interés de los estudiantes por carreras más versátiles.
Ejemplos destacados incluyen el Grado en Humanidades Digitales en la Universidad de Salamanca, o el nuevo itinerario de Comunicación Científica en la Universidad Autónoma de Barcelona. Estos planes de estudio combinan filosofía, programación, diseño de datos y competencias narrativas.
Los responsables académicos señalan que estas titulaciones preparan mejor a los alumnos para afrontar problemas complejos del mundo real. “El enfoque tradicional en compartimentos estancos ha quedado obsoleto. Queremos formar profesionales capaces de pensar de forma crítica y adaptarse con rapidez”, explica el vicerrector de innovación de la Universidad de Sevilla.
Empresas del sector tecnológico y cultural aplauden la iniciativa, valorando perfiles que dominen tanto el pensamiento analítico como la creatividad. En sectores como el periodismo de datos, la inteligencia artificial o la gestión del patrimonio digital, estos graduados encuentran una creciente demanda.
Las universidades también están reforzando sus vínculos con el tejido empresarial y el tercer sector mediante convenios de prácticas, proyectos conjuntos y mentorías. Esto mejora la empleabilidad y facilita la transferencia de conocimiento.
La apuesta por los grados interdisciplinarios marca una transformación profunda del panorama universitario español y apunta hacia un modelo más flexible, transversal y conectado con los retos globales.